El oficio de ilustrar condensa en 142 páginas una vida dedicada al arte de narrar mediante imágenes. En él, Antonio Santos reflexiona sobre el concepto de la propia ilustración y su papel en el mundo actual, así como la experiencia que ha adquirido durante todos sus años de profesión. De manera introspectiva presenta una realidad agridulce, sujeta a un pragmatismo impropio de una tarea tan estimulante y, todo ello, subrayado con un estilo marcadamente sardónico. Además de la ilustración, Antonio Santos ha explorado otras disciplinas vinculadas a ella tales como la pintura, la escultura e, incluso, la docencia.
El libro cuenta con una amplia galería de imágenes que se acompañan de algunos de los textos que han ilustrado. De entre ellas destacan las obras inéditas, especialmente, Tribulaciones de un pequeño oso hormiguero que se incluye dentro de la publicación en formato separado.
El oficio de ilustrar se ha publicado con motivo de la celebración de la exposición homónima ubicada en la sala África Ibarra del edificio Paraninfo de la Universidad de Zaragoza, entre el 9 de mayo y el 31 de agosto de 2019.