Un paseo por Zaragoza descubre al caminante una serie de nombres de barrios, plazas y calles y de edificios, instituciones y personas muchas veces desconocidos y que corresponden a una época de gran florecimiento religioso, entre 1577 y 1808. El lector podrá conocer a sus arzobispos, a los cabildos y parroquias, las órdenes religiosas y cómo se enseñaba, se celebraba y se vivía la fe. Por estas páginas desfilan franceses y viajeros a las Indias, moriscos y jesuitas expulsados, predicadores santos y religiosos secularizados, heterodoxos y sacerdotes procesados por su actuación política. Todo ello partiendo fundamentalmente de los ricos fondos que guarda el Archivo Diocesano de Zaragoza.