¿Qué significa que una estudiante o un estudiante «fracasen»? Se trata de una pregunta aparentemente sencilla, pero cuenta con una carga de profundidad importante.
Una primera respuesta nos llevaría a señalar que, simplemente, no ha alcanzado los objetivos educativos propuestos. Puede parecer una respuesta clara, casi nítida. Sin embargo una respuesta de este tipo implica dar por supuestos demasiados aspectos, algunos tan cruciales como la existencia de un sistema objetivo y justo de evaluación del alumnado, capaz de discriminar fracaso y éxito educativo.
Del mismo modo, si se pretende responder desde la perspectiva de la educación comparada y a partir de los resultados obtenidos a través de pruebas internacionales (PISA, TIMSS, PIRLS…), en la articulación de esa respuesta habría que considerar las distintas trayectorias que, a lo largo de la historia, han ido configurando los diferentes sistemas educativos, sus tradiciones y la cultura escolar en la que se desarrollan, entre otros aspectos. Nuevamente, aun suponiendo la existencia de ese sistema justo y objetivo, no es una tarea sencilla.