Esta biografía de Joaquín Lorenzo Villanueva (1757-1837) refleja las tensiones sobre las que cabalgaron la España de la Ilustración tardía y los nuevos aires revolucionarios que surgen en 1808. Su vida es paradigma de las contradicciones de quienes procuraron salvar la monarquía y la patria, protegiendo la religión, y, a pesar de ello, acabaron exiliados y olvidados en la mayor de las miserias. De esa tragedia fue actor y víctima este eclesiástico, junto a otros destacados liberales de primera hora en la España de principios del XIX, con notable influencia en la América recién emancipada.